Su primer contacto con la música fue en la primera infancia. Siendo aún una joven estudiante, actuó en directo en Serbia, interpretando éxitos de blues, jazz y soul.
Mientras crecía, Spencer se enfrentó a la guerra en la antigua Yugoslavia, así como a los bombardeos de la OTAN en 1999. Según Spencer, "la guerra es lo peor que le puede pasar a una nación", "vivir en el ambiente de la guerra y la posguerra puede destruir a una persona, dejarle cicatrices permanentes, pero también puede reforzar sus valores y su ética".
Con una carrera de muchos años, ha alcanzado el éxito en múltiples campos como la literatura y el entretenimiento, y es una de las pocas intérpretes cuya voz ha sido comparada con la de Amy Winehouse.