Tras debutar con "White Flowers", en On Començo Jo, Gessamí Boada -una de las voces emergentes con más personalidad- se aleja del jazz con once nuevas canciones más cercanas a un pop con sonoridades electrónicas y del indie pero manteniendo la esencia de cantautora que la caracteriza. Como en "White Flowers" (2018), ha hecho tándem con el pianista y productor Kquimi Saigi y juntos, han co-producido las canciones durante meses para encontrar una nueva estética musical propia experimentando con una voz versátil, llena de matices y muy expresiva, que nos canta letras profundas que hablan de cambios, de la emergencia climática, de la empatía y de conectarse con uno mismo.