Diego el Cigala presenta un tributo a México, a músicas conocidas y que cruzaron todas las fronteras hace más de 70 años.
Siempre desde su flamenco y su latinidad, El Cigala se lanza al mayor de los desafíos. A honrar el mestizaje que como nadie sabe hacer del flamenco con México. La asignatura pendiente se termina por superar, fusionando el bolero y la ranchera desde su cante hispánico que no entiende de fronteras ni limites. Con respeto y admiración. Al país hermano, a su música eterna.